Esta es la película del personaje creado para la historia la Muerte de Superman por Louise Simonson y que por entonces tenía bastante popularidad: llegó a contar con una serie propia a cargo de Simonson y Jon Bognadove, además de juguetes y remeras...
Fue en 2007 cuando mi amigo Pablo López y yo estábamos dando una vuelta cuando entramos por curiosidad a un vídeo-club (esos locales que ya casi ni existen) y le comenté que a ver si encontrábamos, esta película tan curisosa como extraña, y casualidades de la vida... ¡Ahí estaba!
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Con esta película, Warner se equivocó bastante y su dirección fue realmente espantosa. El guión que se escribió ignoraba la existencia de Superman -aunque hacen un par de alusiones al kryptoniano durante la película-. No se asemejaba mucho al cómic, con la salvedad de la profesión de John y poco más, pero que no resultó suficiente para salvarla de un desastre.
Por alguna razón que nunca comprenderé, a los ejecutivos de Warner se les ocurrió que el papel de Steel era perfecto para la estrella de la NBA, Shaquille O´Neal. Desde el punto de vista físico, Shaq era perfecto para el personaje, eso no se discute. ¡El problema es que el tipo actuando es penoso!
